No Manifiesto del barroco nuestromericano

Ni ostensible ni evidente: solapado. Tampoco declarado sino vociferado. Estridencia opaca y a destiempo. Sin certeza, más bien herido y vacilante. Ni público ni obvio: oblicuo, marginal. Sin plataformas, sin consignas. Sin pancartas. Sin autorías. Sin propaganda..

Juego de diferencias y anomalías. Sustrato fónico impuro, coloquial, popular, que pasa de la risa al llanto. Experimentación implacable sin programa…

Nuestro barroco americano es resistencia. No es la acumulación eurocentrada. Es conflictividad y desgarro. Ficción que engendra la potencia material de la imagen y de la letra. Condición volcánica. Pliegue del que surge la materia de un tiempo dislocado. Diferencias monstruosas y fuera de cuadro. Contraconquista.

Mirada al sesgo. Barroquismos no de las figuras que expanden el sentido sino de las que lo mutan al sinsentido. Pliegue barroco que hace aparecer las formas fantasmáticas de la herida colonial. Tierra porosa. Tierra y no territorio. Planeta viviente de innumerables pueblos. Metafísica de la ausencia y la desaparición. Física de las fuerzas impersonales y aparición de las multiplicidades en metamorfosis. Donde había subjetividades modernas, desnuda los cuerpos del dolor.

No bastó vaciar los ojos para que desapareciera  la mirada.

Bajo las matas/En los pajonales/Sobre los puentes/En los canales/Hay cadáveres

Amor de la no correspondencia: contra el hermafroditismo platónico, contra el idealismo trascendente, contra el genocidio ilustrado, contra el esclavismo de los emancipadores, contra las revoluciones totalitarias… vocifera Nuestraamérica. Nuestro neobarroco sospecha que ningun infierno puede ser peor que el presente.

Acontecimiento y no representación. Banquete y teatro donde  los desaparecidos aparecen.

Canibalismo como tropo de Nuestraamérica. Comer lo que se impone desde afuera, con astucia, desde el escondrijo, la trasmutación y la antropofagia. Travestimiento. De la teofagia a la antropofagia. Alimento divino para ser saboreado  por los humanos. Transformación de lo dado.

Todo es una fiesta de comer y beber para los seres vivos que no que no olvidan la fuerza terrestre en los rituales de alucinación.

 

Roberto Echavarren, Luz Ángela Martínez, Ángel Octavio Álvarez Solís, Maritza Manríquez Buendía, Alejandra González, María José Rossi, Adrián Cangi.